martes, 22 de marzo de 2011

Un poema a mi hijo, a Japón y a Libia

Transporte de agua de mar para enfriar los reactores nucleares en Japón.




Una planta nuclear en Japón y un coronel libio
sufren hoy los embates de la naturaleza.

Ambos son víctimas del peso de su propio poder.
Ambos han servido a su pueblo hasta el día en que
su poder se volvió incontrolable
por la corrupción y la naturaleza.

En este momento el coronel y esa planta nuclear
podrían fundirse y dañar de paso a su propio pueblo.
El mismo pueblo al que servían.

El poder es desagradable
cuando es incontrolable y responsable.

Si el pueblo gana,
creará al siguiente tirano y/u otra planta nuclear.
Y si el tirano gana o falla la planta,
no habrá más pueblo al cual atender.


Raja Chemayel
El día del cumpleaños de mi hijo, a quien le dedico estás líneas
17 de Marzo de 2011

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