Mis nuevos clientes, de Somalia. Todos solicitan trabajo en Israel.
¡Mi teléfono sonó!
- Hola, ¿sí?, dije.
Del otro lado, un hombre dijo:
-¿eres tú?
Contesté:
- Claro que soy yo, ¿quién más podría ser?
¿quién llama?, por favor.
- Mi nombre es irrelevante, y mucho más mi profesión,
dijo la voz del otro lado.
-¿Qué profesión es esa?, pregunté.
¡Espero que no sea un recaudador de impuestos o un dentista!
- No, para nada, soy un pirata de Somalia y necesito su ayuda.
Sé que maneja bien el sarcasmo y la sátira política.
- ¿Cómo supo de mí?, ¿qué necesita de mí?, le pregunté firmemente.
¿Usted lee mi blog?
El pirata dijo:
- Necesito que me ayude a establecer una comparación
con nuestras actividades piratas y las operaciones que
Israel realiza en aguas internacionales y a enfocarnos
en la inmunidad e impunidad de la parte israelí.
¿Cómo lo logran? ¿Y porqué nosotros, los somalíes,
terminamos siempre en la cárcel?
- Tendrá que pagarme por ese consejo, no soy barato,
y normalmente le cobro a organizaciones terroristas
por mis servicios de relaciones públicas
¿Puede pagar mis servicios?
- Le daré el 25% de mi siguiente robo,
a menos que sea un barco con desecho tóxico
que venga a descargar a nuestras playas...
respondió el pirata.
- No se preocupe, dije, le ayudaré esta vez gratuitamente,
siempre y cuando deje pasar mi siguiente envío
de uranio enriquecido destinado a Irán, ¿vale?
- ¡Trato hecho!, díganos qué decir y qué hacer
para obtener inmunidad e impunidad para nosotros,
los piratas somalíes, como si fuésemos israelíes,
contestó alegremente esa áspera voz.
- Bueno, no es tan difícil, sólo es cuestión de un poco
de misticismo y barata inocencia:
Deben declarar que ustedes, los Piratas de Somalia,
son la 13a tribu perdida de Israel y que necesitan robarse
esos barcos únicamente para financiar su regreso
a la Tierra Prometida, por avión, con boletos de
primera clase con Egypt Air, vía Zurich para depositar
primeramente el exceso de efectivo ganado.
- ¡Maravilloso! ¿Y piensa que Israel aceptaría los piratas?,
me preguntó con una voz cada vez más feliz.
- Mi estimado, los piratas como ustedes en Israel no son
una excepción sino la regla general, así que recuerde
bien: son la 13a tribu perdida y son primos de los falasha
etíopes, ¡¡ahh!!! y ustedes creen firmemente en los valores
de las democracias occidentales ¡Eso funcionará!
Colgué e inmediatamente llamé a mi oficina en Teherán
para coordinar nuestros siguiente envío de uranio
enriquecido que será el próximo 4 de Julio.
Ing. Moustafa Roosenbloom
Consejero de todos y del diablo...
Primero de junio de 2010
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