Algunos payasos nunca son graciosos.
Tony Blair y G. W. Bush nos dijeron que Saddam Hussein
tenía "armas de destrucción masiva"
y luego, cinco años después,
el coronel Qaddafi se deshizo de su propia fábrica
de armas de destrucción masiva
(la que le había comprador a Estados Unidos y el Reino Unido).
10 años después, ¡aún no vemos las armas de Saddam!
Mientras tanto, Tony Blair y G. W. Bush
colgaron a Saddam Hussein,
para que cinco meses después
fuese a Libia a besar al coronel Qaddafi
y pasar la noche en su tienda
(no sé si durmieron juntos o no)
Esta noche hemos descubierto
que el llamado dictador no residía en Bagdad,
que Blair y Bush colgaron al hombre equivocado,
que Blair y Bush le habían ofrecido una amnistía
al dictador equivocado.
La diferencia fue que el dictador colgado
envió sus cohetes alguna vez al estado de Sión,
mientras que los dictadores perdonados nunca lo hicieron.
Sherlock Hommos
Investigador en cuestiones de dictadorología
26 de febrero de 2011
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