Las bromas que son ciertas son las más dolorosas. Se llama ironía.
En los últimos dos años he escrito tres veces para investigar
sobre lo que pasó con los funerales del General Ariel Sharon.
Mi teoría (o más bien, mi acusación) es que él fue
una figura sucia en la historia sucia de Israel,
que incluso a los israelíes les gustaría olvidarse de él,
que les gustaría que el mundo lo olvidase de todas
las masacres y genocidios que realizó.
Probablemente, olvidarse de Ariel Sharon es olvidarse
y ocultar también la fealdad del estado de Israel.
Supongo que Sharon ya murió y que ya fue
enterrado secretamente y sin asistentes a sus
funerales porque nadie hubiese asistido,
o quizá con la única presencia de su hijo y su perro.
Pudiese tener razón o estar equivocado,
pero nadie nos mostró su cama de enfermo.
Supongo que Sharon es el verdadero rostro de Israel
y cualquier funeral de estado sería un mal recordatorio.
Raja Chemayel
25 de abril de 2009
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