Esta es la historia de dos embajadores
que representan, ambos, a la OLP,
lo cual significa que representan a la Nación Palestinia.
El primer embajador, asentado en Polonia,
organizó una recepción en honor del
embajador israelí que se iba de Polonia.
Ello significa que los pasteles y la champaña
fueron pagados con el presupuesto nacional palestino y,
por supuesto, los palestinos están felices y satisfechos
por el comportamiento del gobierno de ese embajador israelí.
Juzgue usted las consecuencias diplomáticas de tal
fiesta-recepción-invitación.
A 1600 km. de ahí, en Moscú,
un segundo embajador palestino, el sr. Afif Saffieh,
asistió a una reunión popular, sin champaña ni pasteles,
en apoyo de Gaza, que obviamente fue organizada por
los seguidores de Hamas, en Moscú.
Siendo el sr. Mahmoud Abbas lo que es... (no requiere detalles adicionales),
se enojó con el sr. Afif Saffieh y lo despidió.
Conozco personalmente al sr. Saffieh, quien fue
(nuestro) embajador palestino aquí en La Haya
(1987) y me gustaría confirmar que cuando se
trata de representación diplomática y aptitudes
diplomáticas en general, el sr. Abbas no equivale
ni siquiera al “mensajero” del sr. Saffieh.
Claro que no conozco personalmente al sr. Abbas,
pero lo que he visto y escuchado me da una imagen nítida
de Abou Mazen (el sr. Abbas) al comparar a ambas personas.
El sr. Afif Safieh tiene talento incluso para ser el siguiente
canciller de Palestina, si me preguntan mi opinión.
Pero tratándose de corrupción, nepotismo, oprtunismo
y decandencia, tan bien implantadas en Ramallah,
han tenido lugar estos dos incidentes
(si es que no se trata más bien de accidentes).
El sr. Afif Safieh sería la envidia de cualquier
embajador, lo cual no es sorprendente porqué
inclusive el AIPAC insistió tanto en retirarlo de
Washington, el año pasado.
Es tiempo ya de que el sr. Abbas se vaya
y pida asilo político en Washington o en Tel Aviv
y les permita trabajar a los “chicos buenos".
Raja Chemayel
Ámsterdam 28.03.09
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