Una familia palestina en Belem, 1945.
¿No os parece familiar esta escena?
Se acerca la Navidad, época en la que la gente
intercambia regalos y cuando probablemente
ha olvidado al Hombre de Nazaret.
Se acerca la Navidad con Santa Claus como
Figura central y el hijo de Mariam aparece en
el fondo como figura meramente decorativa.
¿A quién le importa?
Las fábricas hacen más juguetes,
las tiendas venden más juguetes,
mientras todos los niños disfrutan.
En cuanto a Jesús, ya no es necesario, porque
Santa Claus lo hace todo, en su lugar.
Es un poco como la Tierra Santa en la actualidad:
Los cristianos de Occidente apoyan a los judíos de Occidente
y se han olvidado de los cristianos de Oriente.
Los musulmanes, quienes creen 100% en el mismo Jesús,
son considerados por Occidente como una religión distante
mientras que los sionistas se regocijan y toman Palestina como regalo.
El materialismo se encargó del espiritualismo
mientras que una religión se volvió nación y
otra nación verdadera se vuelve una nación de refugiados.
La Tierra Prometida se vuelve el botín de los invasores,
mientras las víctimas de esa invasión se convierten en terroristas
y quienes nos asaltan nos brindan lecciones sobre democracia y libertad.
El simbolismo de la Navidad ha sido vendido a las tiendas,
mientras que los Derechos Nacionales son comercializados en la
Asamblea de Naciones Unidas y las potencias ex-colonialistas
pretenden darnos cátedra sobre Derechos Humanos.
Belem se encuentra rodeada por un muro,
mientras que nadie de Nazaret puede llegar ahí
y las tiendas de Gaza no tienen regalos que vender,
ya no digamos pan para comer.
Se acerca la Navidad.
Únicamente la reconoceréis al ver a Santa Claus
y ese vasto muro.
Raja Chemayel
Un cristiano de Oriente,
un árabe de Líbano
19.12.2008
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