La Liga Árabe ha sido llamada “club de dictadores".
Ello no me preocupa, simplemente porque es verdad.
Originalmente, hace 60 años fue creada por las potencias
en espera de que fuese el órgano que un día reconocería a Israel.
Afortunadamente no sucedió.
Después, siempre la he considerado inútil e impotente,
además de ser un desperdicio de esfuerzos.
Sin embargo, fue el único lugar a donde,
al menos, todos los líderes árabes pueden estar reunidos,
y no necesariamente con un objetivo o estrategia en sus cabezas.
Algunas vez el coronel Gadafi les dijo a los gobernantes:
"La única cosa que nos une es el techo sobre nosotros."
Llegó la “primavera árabe" cuyos objetivos fueron
todos los estados árabes con una forma el gobierno republicana:
Iraq, Yemen, Túnez, Egipto, Libia, Sudán
todos los cuales se encuentran ahora "bajo fuego",
por decir lo menos.
Aquellos otros estados que son reinos y emiratos
se saltaron esta ilusión de "primavera" porque sus gobernantes
son monarcas absolutistas y presidentes problemáticos
que omitieron esta ola de democracia proveniente de Occidente.
Actualmente, respecto a la Liga Árabe actual,
únicamente vemos miembros del segundo grupo (monarcas)
quienes hoy declararon que Siria debe ser castigada
por no ser tan democrática como ¿quién?
¡Esos monarcas no tienen parlamento ni partidos ni derechos civiles!
El tenor es Arabia Saudita, quien recientemente envió su ejército
a Bahréin para aplastar a la oposición.
El acto de apoyo he representado por el príncipe de Qatar
¡que construye estadios de fútbol en lugar de parlamentos!
Debo admitir que Siria no es democrática,
pero tiene un sistema social donde el pan está en cada mesa
y donde existe un parlamento electo.
Sherlock Hommos
Consejero de mercadotecnia fenicia
12.11.11
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