Un templo es un lugar de culto
aunque mi Dios, y muy probablemente el vuestro también,
aceptan nuestras plegarias en cualquier lugar que las hagamos, donde sea.
Si uno es sincero en sus plegarias,
Dios lo agradecemás que cualquier Hipócrita en cualquier imponente templo.
Luego entonces, el tamaño o la belleza del templo no importa
sino más bien la sinceridad del creyente mismo.
Menos importante es la ubicación del templo.
Si todos estamos de acuerdo en esto, permitidme continuar.
Después de estar de acuerdo en que el templo solamente es una herramienta y es poco
menos relevante que los fieles, debéis concluir también que
la ubicación del templo debe ser aún menos importante.
Esto me lleva al punto que deseo elaborar,
el cual es sencillo y no tiene ambigüedad alguna.
Si el Templo de Salomón debe reconstruirse,
por el bien del judaísmo.....y a cualquier costo, también.
¿debe estar en Jerusalén?
¿No los perdonaría y aceptaría Dios
si reconstruyesen ese Templo en Brooklyn?
Imaginad un Templo de Salomón en Brooklyn,
lleno de judíos felices rezando honestamente a (su) Dios
y sin sangre en sus manos...
¡ni sangre alguna sobre los cimientos de ese templo!
¿No le agradaría a Dios?
¿Por qué deben ir juntas religión y geografía?
El cristianismo que nación en Jerusalén
sobrevivió sin Jerusalén y las iglesias más majestuosas
y esplendorosas están en Estambul y Roma, Reims, Madrid y Moscú.
El Islam, surgido e inspirado en las enseñanzas de Jerusalén,
tiene sus mezquitas más grandes por todo el mundo.
¿Porqué Dios desearía, supuestamente, un templo determinado
en un lugar determinado, cuando el templo es irrelevante
en comparación con el grado de fe de los creyentes?
¿Cometió Dios un error en este caso?,
o simplemente, ¿los judíos malinterpretaron el deseo?
Raja Chemayel
no teólogo
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